Hizo una movida, ella hizo otra, hizo otra movida y así. De pronto, se habían vuelto un gato y un ratón, persiguiéndose un tanto, escapando el otro poco. Lo agotaba, era más práctico. Y cómo estaba agotado, pronto no se dio cuenta de lo que pasó.
Tras dominar buena parte del partido, posicionó las piezas de tal forma que quedaron rígidas en el lugar. Abrió la boca, frunciendo el ceño, volvió a cerrarla. ¿Qué había pasado?
-Tablas.- pensó, entonces. Habían empatado. Miró a Tabatha, luego al tablero. Oh no. No, no no. No, no quería acabar en tablas con la tarada de Tabatha Stoughton. Eso quería decir que eran iguales cuando él era claramente superior.
"AGH, no puede ser." dijo, llevando sus manos a la cabeza. Qué frustración.