Oye Hogan,
No recibí tus cartas (me dijeron que era fan-mail, así que asumí eran tuyas) porque el estúpido elfo que cuidaba la casa las confundió con periódico viejo. Estuve fuera, de vacaciones y lo siento, pero no puedo evitar ser más rico que tú. Sé que preferirías que te invite al extranjero, pero los Popper hacemos caridad para no pagar tanto en impuestos, no porque seamos filántropos.
Como sea, espero que no te hayas contagiado pulgas de esas francesas sucias y hippies que van a vacacionar a ese pozo en el medio de la nada que llamas hogar. En serio, si me da algo cuando volvamos al colegio, voy a colgarte de uno de los aros del estadio por esa estúpida sonrisa que haces cuándo piensas que eres mejor que yo. Pon en movimiento tu perezoso y pobretón trasero y te cocinas una poción anti-plagas. Ahora.
Te informo que vamos a la fiesta de los Alienver, por cierto. Tú y yo. Sí, tú también, aunque no sé si te invitaron. Tú puedes revolcarte por ahí con alguna alumna ebria poco atractiva mientras yo voy a mostrar compasión por la clase media, baja y patética. Mi abuelo dice que tengo que conocer a mis futuros empleados. No llegues tarde ni faltes o le diré a Amelia de que estás secretamente enamorado de ella en frente de Dora Archivald. Y luego frente a Ronnie Naff y Zelma Veldevere.
Será un largo curso para ti si lo hago, Hogan.
Dale mis saludos a... Oh, espera, no me interesa ser educado, porque para algo tengo dinero.
Scott.
PD. Vístete acorde a ser mi amigo, por favor. Estoy harto que me hagas pasar ridículos.