Si había algo que Gwen disfrutaba ademas de las prácticas de la banda escolar, leer en completo silencio en la biblioteca y cumplir con sus responsabilidades eran las clases de astronomía en la torre más alta del castillo en noches despejadas. Le gustaba el ritual de preparación de su telescopio, bien podría decir que su padrele habia inculcado el hábito, incluso para abrir el tripie tenía una forma específica, primero una pata, luego la otra, la colocación del telescopio en el lugar, la limpieza de las lentes y de los filtros, el número de vueltas que le daba a las nueces para asegurarlo y mantenerlo firme sin tanta presion que no dañara la estructura exterior.
Le gustaba el ritual y lo hacía con delicadeza y al mismo con movimiento calculados y rápidos, mientras tarareada a boca cerrada alguna melodía que la acompañara en la tarea. Una vez que el instrumento quedaba colocado, sacaba sus anotaciones y sus mapas estelares trazados con líneas firmes y continuas, estableciendo los códigos de cada cuerpo celeste de forma precisa y de una misma forma. La tarea era simple, detectar un par de planetas en el firmamento, establecer coordenadas, dibujarlas en el mapa y hacer un reporte.
Trabajaba de forma diligente, lo bueno de las clases de astronomía era que cada quien trabajaba a su ritmo e iba desalojando la torre conforme lo fuera haciendo. Punto importante, ella podía ser excelente en la materia pero se tardaba a propósito porque nunca faltaba la parejita que se hacía la desentendida para poder tener un momento a solas en el lugar o el listillo que usaba el lugar para otro tipo de actividades prohibidas...
Así que ahí estaba haciéndola de policia mientras se envolvía en su bufanda azul y bronce y escribía su reporte de una buena vez mientras esperaba a que sus compañeros fueran saliendo del lugar. Uno nunca sabía quien podía quedarse atrás, como fuera comenzó a desarmar su telescopio con lentitud.