Era una buena jugada tratar bien a las hermanas de River, absolutamente. El problema era que había elegido a la hermana más guacha de todas para intentar sacar beneficios por ello, no sabía que tan fáciles eran Trixie o Baribe (porque desconocía que les gustaban) pero si estaba segura de que ella era la figurita difícil, había que hacer algo más que tratarla bien.
No pudo evitar reírse, porque ella hubiese dado una respuesta similar “¿Pero tenían que ser de verdad? Digo, no podrían haber hechizado un par de medias?” Pabre, era muy ilusa e ingenua en cuanto a deportes se refiere, perdónenla.
“Hay, vamos, hay un montón de cosas interesantes para jugar adentro que recrear un campo de quidditch, igual, hay que darles crédito, era una obra de arte” bromeó, al menos ahora entendía que habían querido hacer un campo de quidditch.
Esperaba que los vasos se llenen solos como pasaba habitualmente, pero vio que no era así, y supuso que lo hacían para ¿Ver que tanta etiqueta aparecía en las mesas? En fin “Si, gracias” hubiese preferido cerveza de manteca, pero ni cerca estaba de tener tanta confianza como para hacer ese comentario. Lo único que faltaba era que la traten de borracha.